Tras recibir, en septiembre de 2023, el registro médico condicionado para el tratamiento de la artritis reumatoide (AR), el fármaco cubano Jusvinza transita en la actualidad por un ensayo clínico Fase III, que debe culminar próximamente, y de cuyos resultados dependerá su definitiva aprobación en la terapia de esa enfermedad.
La doctora en Ciencias Biológicas María del Carmen Domínguez Horta, líder de ese proyecto investigativo en el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) a lo largo de casi cuatro lustros, precisó a Granma que la sede principal del referido estudio es el servicio de Reumatología del Hospital Clínico Quirúrgico 10 de Octubre, en La Habana.
Explicó que el ensayo es controlado con placebo y a doble ciegas, e incluye a pacientes con AR moderada, remitidos hacia allí después de ser evaluados por especialistas en reumatología de las provincias occidentales. Tiene como objetivo principal corroborar la eficacia del medicamento, y la investigadora clínica principal es la doctora Dinorah Prada.
Según muestran los resultados iniciales, Jusvinza mantiene un buen perfil de seguridad, y solo se han descrito eventos adversos ligeros y reversibles, aseveró la doctora María del Carmen.
«Justo con el otorgamiento del registro condicionado, hicimos un estudio en las cinco provincias orientales y en Camagüey, el cual denominamos Mariana, y que involucró a 534 pacientes aquejados de AR moderada y alta, bajo la conducción del doctor Osvaldo Calisté Manzano.
«Los efectos observados consistieron en una mejoría significativa del cuadro clínico, mientras quedó ratificada la excelente seguridad del medicamento».
Enfatizó en que, a partir de la experiencia atesorada durante su empleo contra la COVID-19, en la cual quedó demostrado que Jusvinza resultó efectiva para controlar la hiperinflamación en pacientes graves y críticos, en los últimos meses están en curso dos ensayos clínicos en neumonía grave adquirida en la comunidad y en el síndrome de distrés respiratorio agudo.
«En la actualidad seguimos profundizando en el estudio del mecanismo de acción de Jusvinza y sus propiedades farmacológicas, tomando en cuenta el potencial espectro de amplio uso que tiene el medicamento, para tratar enfermedades inflamatorias agudas y crónicas».
Los resultados han sido publicados en revistas científicas de alto impacto, y ponen en alto el prestigio alcanzado por la biotecnología cubana, resaltó la doctora Domínguez Orta.

UNA ENFERMEDAD INVALIDANTE
La artritis reumatoide constituye una enfermedad crónica, autoinmune, sistémica e inflamatoria irreversible, que afecta a unas 135 000 personas en Cuba y daña las articulaciones de todo el cuerpo.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2019 se contabilizaban en todo el orbe alrededor de 18 millones de personas con la dolencia, de las cuales aproximadamente el 70 % son mujeres, y de ellas, el 55 % es mayor de 55 años.
Por lo general, aparece entre los 40 y 60 años de edad, y suele atacar, con mayor frecuencia, las articulaciones de las manos, las muñecas, los pies, los tobillos, las rodillas, los hombros y los codos.
Si no es tratada a tiempo, la AR en estadios avanzados puede dañAR severamente esas estructuras y los tejidos circundantes, acentuando la pérdida de la capacidad física del cuerpo para enfrentar faenas cotidianas.
Para la doctora María del Carmen Domínguez, disponer del fármaco Jusvinza pone al país en condiciones de beneficiar, en un futuro no lejano, cuando tenga el registro definitivo y se produzca en cantidades suficientes, a decenas de miles de pacientes que podrán convivir con esa enfermedad crónica, sin verse obligados a abandonar el vínculo laboral y manteniendo una plena calidad de vida.