Sancti Spíritus registra en lo que va de año una tasa de mortalidad infantil de 1.2 fallecidos por cada mil nacidos vivos, la más baja de Cuba; evidencia del desempeño consolidado del Programa de Atención Materno-Infantil (PAMI) en el último quinquenio en el territorio.
A juicio del doctor Francisco García González, al frente del PAMI en la Dirección General de Salud (DGS), este resultado obedece al trabajo sostenido en el proceso de reevaluación de la totalidad de las embarazadas y niños menores de un año por equipos calificados, al fortalecimiento de la red de Genética, las consultas multidisciplinarias de las pacientes con crecimiento intrauterino retardado, a la intersectorialidad y al perfeccionamiento de las estrategias para la atención a la materna crítica.
Según añadió el especialista, de enero a la fecha, en el territorio ocurrieron 826 nacimientos (158 menos en comparación con igual etapa del año anterior) y se registra un fallecido debido a una aciduria metilmalónica, padecimiento congénito con una alta letalidad, incluso en países desarrollados.
García González hizo referencia, además, al índice de bajo peso al nacer (niños por debajo de 1 500 gramos), ascendente a 7.7; indicador desfavorable si se tiene en cuenta que el propósito nacional es alcanzar 6.5.
De modo particular, el funcionario de la DGS de Salud refirió que, excepto Trinidad, el resto de los municipios no notifica muerte materna ni de niños menores de un año en lo que va de 2025.
Al respecto, la doctora Mirta Santos León, directora de Asistencia Médica en la DGS, destacó la labor del servicio de Neonatología del Hospital General Provincial Camilo Cienfuegos, líder en el país en la práctica de la ecocardiografía funcional en el manejo de los recién nacidos y con un alto porcentaje de supervivencia del paciente grave durante los últimos años.
“Este es un servicio considerado de riesgo y, pese a tener deprimido sus recursos humanos, allí se han buscado alternativas con la creación de contingentes de enfermeras de experiencia del Hospital Pediátrico José Martí y de otras áreas del Camilo Cienfuegos. Ello ha posibilitado que no se haya carecido de enfermera para atender a cada uno de los niños”, subrayó Santos León.
Al comentar los resultados del PAMI en lo que va de año, la especialista hizo énfasis en la necesidad de reforzar la atención a niños menores de un año y embarazadas, sobre todo las que no cumplen con los protocolos de ingreso para una atención diferenciada a padecimientos de base como la hipertensión arterial y diabetes, las cuales pueden derivar en una preeclampsia, eclampsia y otras complicaciones.
Santos León aludió, además, a la alta incidencia del parto pretérmino, niños evaluados de riesgo y necesitados de una atención especializada que redunde en mayor calidad de vida, subrayó.
En tal problemática —alertó—, influye la elevada manifestación del embarazo en la adolescencia, hoy con signos preocupantes en Jatibonico, Taguasco, La Sierpe y el área rural del municipio cabecera; donde falta aún consolidar acciones de prevención.
Al cierre del pasado año, la provincia reportó una tasa de mortalidad en menores de un año de 3.6 por cada mil nacidos vivos, la más baja de Cuba, gracias al accionar intersectorial, constatable en intervenciones en los municipios en escenarios claves como Consejos Populares, Grupos Temporales de Trabajo del Gobierno, comunidades vulnerables, policlínicos y hospitales donde se realizan partos.
Tomado de Escambray