Con la organización del Ministerio del Interior de Francia y el Ministerio del Interior de Cuba (Minint) comenzó esta semana en La Habana un curso de preparación destinado a especialistas cubanos en la prevención y enfrentamiento a la violencia contra menores, precisó el perfil de Facebook del Minint.
A la apertura asistieron el embajador galo Rafael Trannoy, representantes de la sede diplomática y jefes de órganos del Ministerio del Interior de Cuba, junto a expertos y cursantes.
Durante cinco días, los participantes recibieron sesiones teóricas y prácticas sobre las diversas manifestaciones de la violencia contra niñas, niños y adolescentes en el ámbito internacional, según confirmaron los organizadores.
La capacitación incluyó a oficiales de la Dirección de Atención a Menores, del Consejo especializado en esa materia, de las Direcciones Generales de la Policía Nacional Revolucionaria y de Investigación Criminal, la Dirección Técnica de Investigaciones y del Instituto Superior del Minint Eliseo Reyes "Capitán San Luis".
Este encuentro se inscribe en los esfuerzos de París y La Habana por avanzar hacia la firma de un acuerdo de cooperación bilateral en la materia, con el propósito de reforzar la protección de la infancia y la adolescencia.
El Código de la Niñez, Adolescencia y Juventudes en Cuba reconoce a niñas, niños, adolescentes y jóvenes como sujetos plenos de derechos y responsabilidades, y establece garantías frente a cualquier forma de violencia, discriminación o explotación.
Según la Organización Mundial de la Salud, hasta mil millones de personas entre dos y diecisiete años sufrieron en el último año algún tipo de maltrato físico, sexual, emocional o negligencia, lo que confirma la magnitud del problema a escala global.
La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, en su meta 16.2, comprometió a la comunidad internacional a poner fin al maltrato, la explotación y la trata de menores, lo que refuerza la importancia de iniciativas como la desarrollada en la capital cubana.
Especialistas coincidieron en que la violencia contra los menores constituye un problema estructural y multidimensional que requiere respuestas urgentes, con enfoque en la prevención, la protección y la restitución de derechos.