Durante una reunión para analizar la normativa en su circunscripción, en esta capital, la anciana de 82 años consideró que la propuesta es pertinente teniendo en cuenta el contexto, los problemas familiares contemporáneos y para la defensa del derecho de las personas.
“En las condiciones actuales, tenemos que cambiar”, aseveró, en tanto reconoció desafíos latentes en cuanto a la completa comprensión del Código.
El vecino de la zona Elio Fidel López señaló que el proyecto resulta un ordenamiento muy progresista y que, de ser aprobado, el país estaría a la vanguardia en varios temas.
Explicó que precisamente por su carácter avanzado quizás entre en contradicción con tradiciones y prejuicios en la sociedad, pero la normativa “no le quita derechos a nadie, sino que los brinda, y viene a proteger a los más vulnerables”, enfatizó.
Al respecto, enalteció la perspectiva de brindar más garantías a las personas mayores, un enfoque importante teniendo en cuenta el envejecimiento poblacional en el país, dijo.
El Código deviene un texto que merece la aprobación general, remarcó López.
La electora Olga Morales mencionó que conocía sobre los contenidos del documento a partir de los medios de comunicación, y afirmó estar “de acuerdo con los cambios valientes del Código y sus planteamientos más peliagudos”.
Durante el encuentro la diputada de la Asamblea Nacional del Poder Popular (parlamento) Magda Pérez subrayó la importancia de que las personas consulten la propuesta, “para que estén claras de lo que establece a la hora de hacer la votación”.
“Es un Código atemperado a los tiempos actuales; todos podemos vernos reflejados en él”, sentenció.
Otras reflexiones en la consulta popular significaron la necesidad de involucrar a los jóvenes en la discusión del proyecto de ley, que, destacaron, constituye un reflejo de cada familia, favorece los lazos afectivos y está en contra de la discriminación y las manifestaciones de violencia.
Además, los presentes calificaron al proceso de consulta como un ejercicio de democracia, y llamaron a ser partícipes de ello.
Al decir de expertos, el Código de las Familias propone una mayor inclusión, no solo de personas diversas por razones de su orientación sexual, sino también diferentes por su edad, el ejercicio de la capacidad y la pluralidad; así como ofrece el reconocimiento de la multiparentalidad y las relaciones socioafectivas.
El texto fue sometido con anterioridad a su debate en el parlamento y a una consulta con especialistas en la materia jurídica y de los organismos de la Administración Central del Estado.
En el actual debate, hasta el 30 de abril próximo, en unos 78 mil puntos de reunión, los ciudadanos dentro y fuera de Cuba podrán ofrecer su aprobación, desacuerdo o propuestas de modificación al esbozo de ley.
Tras dicho análisis, la Asamblea Nacional deberá aprobar una nueva versión, la cual irá a referendo popular.