Foto: Juan Pablo Carreras

 

“¡Nuestra dignidad nacional no es negociable y la defenderemos al precio que sea necesario!”, exclamó Manuel Marrero Cruz, miembro del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Primer Ministro de la República, al pronunciar las palabras centrales del acto por el Día de la Rebeldía Nacional, efectuado en la provincia de Ciego de Ávila.   

Por su importancia, la Agencia Cubana de Noticias transmite íntegramente el discurso:

Discurso pronunciado por Manuel Marrero Cruz, miembro del Buró Político y Primer Ministro de la República de Cuba, en el Acto Central por el Aniversario 72 del asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, en Ciego de Ávila, el 26 de julio de 2025, «Año 67 de la Revolución»

Querido General de Ejército Raúl Castro Ruz, líder de la Revolución Cubana;

Compañero Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República;

Queridos Comandante de la Revolución, Ramiro Valdés Menéndez, y Comandante del Ejército Rebelde, José Ramón Machado Ventura;

Queridos integrantes de los movimientos de solidaridad que nos hacen el honor de acompañarnos;

Avileñas y avileños;

Queridos compatriotas:

Encontrarnos hoy aquí, celebrando el Día de la Rebeldía Nacional, a 72 años de la heroica gesta del asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, constituye un orgullo para todos, pues es muestra fehaciente de la capacidad de combate y resistencia de nuestro pueblo por preservar su independencia y soberanía en el empeño inclaudicable de construir una sociedad más justa.

Al asumir los desafíos que hoy enfrentamos nos inspira el coraje de aquellos jóvenes que, liderados por el Comandante en Jefe, Fidel Castro Ruz, protagonizaron las acciones del 26 de Julio de 1953, que marcan el inicio de la última etapa de nuestra lucha por la verdadera independencia.

El Moncada fue continuidad de la epopeya cubana por la libertad, desde las gestas independentistas del siglo XIX, el enfrentamiento a los gobiernos entreguistas durante la seudorrepública hasta el derrocamiento de la tiranía de Fulgencio Batista.

«Cuánto sacrificio y dificultades!  ¡Cuántas veces hubo que reiniciar la lucha después de cada revés!» Así exclamó el General de Ejército Raúl Castro Ruz al rememorar esa épica historia de perseverancia.

Tras la acción del Moncada vinieron la prisión y el exilio de los revolucionarios, el desembarco del Granma, la lucha en la Sierra Maestra y en el llano, hasta que –cinco años, cinco meses y cinco días después del Moncada– llegó el triunfo de nuestra invicta Revolución el Primero de Enero de 1959.

En los primeros días del triunfo nuestro Comandante en Jefe dejó claro que el camino no sería fácil.  En su primer discurso en La Habana precisó que quizás en lo adelante todo sería más difícil, preparando al pueblo para los enormes desafíos que vendrían.

Compañeras y compañeros:

Celebramos el acto nacional en tierra avileña, escenario de numerosas batallas por alcanzar y preservar la independencia y la soberanía de la patria.

Desde que Céspedes liberó a sus esclavos y proclamó la decisión de los cubanos de hacer libre a la patria había transcurrido menos de un mes cuando un grupo de patriotas avileños se alzaron en armas.  Entre aquel puñado de valientes destacaron los hermanos Gómez Cardoso, y es también símbolo del coraje mambí, entre muchos otros patriotas, el brigadier Juan Veloso.

El mayor general Máximo Gómez escribió con su machete páginas heroicas en la historia avileña.  Realizó una hazaña que el ejército colonial consideraba imposible, cruzar la Trocha de Júcaro a Morón al frente de una columna de más de 1 000 hombres; además, atacó y tomó esta ciudad e incursionó sobre Morón y varias fortificaciones españolas.

Cuando la guerra se reanuda en 1895, Gómez cruzó nuevamente la Trocha, y en noviembre del propio año el Titán de Bronce repitió la hazaña al frente de la columna invasora integrada por más de 1 500 combatientes.

En este día de memoria y compromiso reafirmamos la irrenunciable fidelidad a las ideas de Martí, Fidel y Raúl, una continuidad basada en la lealtad a los principios de la Revolución.

Ciego de Ávila mereció la sede por el 26 de Julio dada su estabilidad en el cumplimiento de las principales tareas en los ámbitos político, económico y social, a lo que ha contribuido un efectivo sistema de trabajo y coordinación del Partido y el Gobierno con el pueblo, donde destaca la participación activa de los más jóvenes, expresión y garantía de continuidad.

Ello ha permitido el avance en la producción de alimentos, la circulación mercantil minorista, la industria alimentaria y el turismo, sector en el que continúa desarrollándose el importante destino turístico de la cayería norte Jardines del Rey, posible por la visión del Comandante en Jefe, quien precisamente en la conmemoración del 26 de Julio de 1980 concibió la idea de construir el pedraplén, obra decisiva en estos resultados.

Se ha avanzado en la recuperación y sostenibilidad de instalaciones sociales.  Hay resultados en la educación y en la gestión de la ciencia y la innovación aplicada al desarrollo local, que contribuyen a encauzar y encontrar soluciones a los problemas de la población.

Igualmente se avanza en la calidad de los servicios y en la preparación para la defensa.

Estamos conscientes, en primer lugar las avileñas y avileños, de que lo alcanzado está lejos de satisfacer las necesidades y, por tanto, no hay el menor espacio para la autocomplacencia; pero, a la vez, estoy seguro de expresar el sentir de nuestro pueblo, en nombre de la dirección del Partido y el Gobierno, y muy especialmente del querido General de Ejército Raúl Castro Ruz, a los compatriotas de esta provincia por los resultados alcanzados, y con ellos a los dirigentes del Partido, el Gobierno y las organizaciones de masas y sociales (Aplausos).

Y si bien estos logros no pueden calificarse de relevantes, hemos podido constatar que existe mejor organización, disciplina y exigencia, acompañadas de un mayor compromiso, responsabilidad y entusiasmo de los colectivos laborales.  Con esas premisas y manteniendo el espíritu de trabajo y entrega mostrados es posible consolidar lo alcanzado y continuar avanzando en el logro de metas superiores.

Felicitamos también a Sancti Spíritus, que obtuvo la condición de destacada, mereció la sede de este acto el pasado 2024, y ha mantenido un trabajo estable en los últimos años.  Igualmente a Guantánamo, merecedora de un reconocimiento por el impulso a los programas priorizados y las tareas asociadas al huracán Oscar.  Son las tres provincias que constituyen en estos momentos el pelotón de vanguardia, algunas las siguen de cerca y el resto también está realizando un esfuerzo encomiable, aunque con resultados más modestos.

Hoy, como nunca antes, Cuba enfrenta desafíos enormes, tanto internos como externos, sus hijos lo hacemos con la misma entereza y optimismo que aquella mañana de la Santa Ana y convicción inquebrantable en la victoria.

La capacidad de sobreponernos a cada obstáculo es parte inseparable de nuestra identidad nacional y de la historia revolucionaria del pueblo cubano.  Siguiendo el ejemplo de la Generación del Centenario, estamos aquí para decir al mundo que ¡la Revolución Cubana sigue de pie, combatiendo y sin renunciar a construir una sociedad soberana, independiente, socialista, democrática, próspera y sostenible con la frente en alto y la dignidad intacta!  (Aplausos.)

Estados Unidos, fiel a su historial de intervencionismo en este continente, reaccionó con hostilidad ante el ejemplo que Cuba representaba para un hemisferio marcado por la pobreza y la explotación.  La respuesta de Washington fue lanzar una política de ataque permanente: intentos de invasión, sabotajes, terrorismo de Estado y, en particular, desde hace casi 63 años, la agresión económica multidimensional que extiende a otros países y desde los cuales aplica un bloqueo económico, comercial y financiero cruel y genocida con efecto extraterritorial.

Este acoso sostenido y despiadado es equiparable a un sitio de asedio en tiempos de guerra.  El General de Ejército Raúl Castro Ruz lo definió claramente: «El bloqueo económico de los Estados Unidos (…) constituye realmente una implacable guerra contra nuestro pueblo».

Compañeras y compañeros:

Esa política cruel persiste, y la actual administración estadounidense no ha variado su estrategia de asfixiar económicamente a Cuba para provocar desesperación y descontento interno.  Desde el infame memorando del subsecretario asistente de Estado, Lester Mallory, en 1960, que proponía provocar hambre, desesperación y el derrocamiento del Gobierno en Cuba, hasta las más recientes sanciones, todos los gobiernos de Estados Unidos, y en particular la nueva administración desde sus primeras horas en la Casa Blanca, han mantenido el objetivo de doblegar por hambre y necesidades al pueblo cubano. Pero ¡no lo han logrado, ni lo lograrán!

La agresión externa es permanente y afecta en magnitud considerable a todos los sectores de la sociedad; pero saberlo y denunciarlo en cuanto foro sea posible no significa que nos crucemos de brazos o que atribuyamos todos los problemas únicamente al bloqueo.  Existen dificultades internas, errores, deficiencias que debemos enfrentar y resolver con nuestros propios esfuerzos, convencidos de que ¡Sí se puede!, en primer lugar, por la decisión, la laboriosidad, la inteligencia y el compromiso del pueblo cubano.

Cierto es que son muchos los problemas que aún restan y no todos se podrán resolver con la brevedad que quisiéramos.  No obstante, puedo asegurarles que se continuará buscando, a cada uno de ellos, la solución más racional y al alcance de las posibilidades de la economía.  Son esfuerzos que se revierten cada día en actitudes prácticas y en un mayor compromiso de nuestro pueblo.

Un reto serio y acuciante que tenemos por delante es reducir los molestos apagones que tanto afectan a la población, a la economía y, en general xxx la vida del país.  No es una tarea fácil, pero, como hemos explicado, existen un Programa y una Estrategia en los cuales venimos trabajando con el objetivo de alcanzar gradualmente la estabilidad en el servicio y la soberanía energética.

La dirección del país ha insistido en que es preciso sumar a todos a la batalla cotidiana contra los errores propios que agravan las dificultades objetivas derivadas de causas externas.  En otras palabras, tenemos que trabajar con mayor eficiencia, eliminar trabas y corregir las deficiencias en nuestra gestión económica, para que el esfuerzo del pueblo se traduzca en resultados palpables.

En este propósito constituye prioridad la implementación del Programa de Gobierno para corregir distorsiones y reimpulsar la economía.

En su concepción se tomaron en consideración los documentos del Sexto, Séptimo y Octavo congresos del Partido Comunista de Cuba, e integra la esencia del Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta 2030 y otros planes específicos sobre sectores y ramas de la economía, los que en su conjunto trazan el camino para actualizar el modelo económico social y preservar el socialismo.

En la recién concluida sesión de la Asamblea Nacional del Poder Popular el pueblo fue informado con amplitud de los resultados, aún discretos, que se empiezan a obtener y, sobre todo, de lo mucho que resta por hacer, dentro de ello, las direcciones de trabajo que desarrollaremos en el segundo semestre.

En un día de tanta significación rendimos el más justo y merecido homenaje al heroico pueblo de Cuba por su comprensión, madurez y, sobre todo, por su espíritu revolucionario y de victoria ante tantos retos y dificultades; por su permanente disposición a continuar defendiendo la Revolución en todos los frentes, sin descuidar ni un instante la defensa de la patria socialista, basada, como refrenda la Constitución de la República, en la concepción estratégica de Guerra de todo el Pueblo.

Mención especial a nuestras Fuerzas Armadas Revolucionarias y al Ministerio del Interior, organismos que, además de cumplir con su honrosa misión, fieles al legado del Comandante en Jefe y a las enseñanzas del General de Ejército, contribuyen decisivamente a las más importantes tareas que se desarrollan en el país.

El 26 de Julio no es solo una efeméride histórica; es un momento para reflexionar sobre quiénes somos, de dónde venimos y hacia dónde vamos, con la convicción de que, como dijera el poeta: «La sangre vertida no fue sangre vana».

Aquel asalto intrépido de 1953 nos demostró que los ideales de justicia pueden más que las armas de los enemigos de la Revolución.

Hoy, a más de siete décadas de aquella heroicidad, la misión que tenemos es diferente en forma, pero similar en esencia, consiste en «desafiar poderosas fuerzas dominantes dentro y fuera del ámbito social y nacional”, como señalara el Comandante en Jefe en el concepto de Revolución, con el mismo espíritu de audacia y sacrificio de los héroes del Moncada.

Nos corresponde a esta y a las futuras generaciones ¡salvar la patria, la Revolución y el socialismo!, y lo haremos entre todos, con unidad indestructible, dirección colegiada, confianza en la victoria, la guía del pensamiento de los líderes históricos y el ejemplo de los próceres de la patria; porque por grandes que sean los desafíos, nuestro pueblo defenderá siempre su Revolución socialista.

El panorama internacional es complejo; las crisis mundiales económicas, sanitarias, climáticas nos afectan como país pequeño y bloqueado.

En ese escenario, la política exterior de la nación continúa siendo revolucionaria y solidaria.  Defiende la justicia, el derecho a la libre determinación y la prerrogativa de cada país a determinar soberanamente su propio sistema político.  Promueve lazos de respeto y amistad con todos los países y pueblos del mundo, con independencia de las diferencias culturales o políticas.  Desarrolla la cooperación en el sentido más amplio, especialmente con los países del Sur.

La ampliación de los vínculos comerciales en función de las prioridades de desarrollo y sostenimiento de la economía, seguirá siendo un objetivo de primer orden.

En esta decisiva batalla contamos con la solidaridad de mujeres y hombres de vergüenza en todas partes del mundo como los movimientos de solidaridad que hoy nos acompañan (Aplausos), y con la amistad y el apoyo de numerosos gobiernos y organizaciones progresistas, en particular los que integramos el ALBA, encabezados por la hermana Venezuela, así como Vietnam, China y Rusia, entre otros países amigos (Aplausos).

Continuaremos el aporte internacionalista a los pueblos hermanos, como lo hacen los miles de trabajadores de la Salud, la Educación y otros sectores que, lejos de la patria y de sus familiares, hoy están salvando vidas y combatiendo el analfabetismo, cumpliendo el principio de que «Cuba no ofrece lo que le sobra, sino que comparte lo que tiene».

Compañeras y Compañeros:

El ya cercano 2026 será de muy especial significación.  Es el Año del Centenario del Comandante en Jefe, y en abril tendrá lugar el IX Congreso del Partido, que abordará, como prioridades ineludibles, el incremento de las producciones nacionales con énfasis en los alimentos; las vías para aumentar la obtención de divisas; la recuperación del Sistema Eléctrico Nacional; el fortalecimiento de la empresa estatal socialista; el logro de la estabilidad macroeconómica; la adecuada relación entre el sector estatal y el no estatal; la reducción de la inflación; la participación de la inversión extranjera; la eficiencia y el ahorro.

Como afirmó el Primer Secretario del Partido, compañero Miguel Díaz-Canel Bermúdez, al clausurar el  X Pleno del Comité Central: «Constituirá un congreso de la continuidad de la Revolución en medio de una adversa situación global y nacional».

«Tiene que ser un congreso crítico, pero que también proponga y apruebe caminos para la superación de la actual situación en condiciones de bloqueo incluso más recrudecido».

Será un congreso de todos los cubanos, y sus principales documentos serán sometidos a una amplia consulta popular.

Tengamos siempre presente que somos los continuadores de una obra inmensa.  Cada uno de nuestros actos cotidianos    –en una fábrica, en un hospital, en una escuela, en el campo, en el barrio– debe honrar el sacrificio de los que cayeron para darnos Patria.

¡Fortalezcamos la unidad interna, porque es el escudo protector de la Patria ante las campañas del enemigo que intenta fracturarnos!

¡Consolidemos la conciencia y el espíritu antimperialista en las nuevas generaciones, para que ningún canto de sirena ni noticia falsa pueda confundirlas!

¡Trabajemos con inteligencia y disciplina, sabiendo que toda solución, por pequeña que sea, suma a la victoria económica y social que necesitamos!

Cultivemos la solidaridad y los valores humanos, que son la base de nuestro socialismo; nada ni nadie podrá jamás quitarnos la fe en el futuro de esta Revolución, ni la alegría y el entusiasmo que nos caracteriza, y como sentenció el General de Ejército: «Vamos a salir de estas dificultades, como lo hemos hecho siempre, ¡combatiendo!» (Aplausos.)

Lo decimos con la certeza que nos da la historia vivida y compartida. Esta Revolución es invencible porque el pueblo cubano se mantiene fiel a ella.  Los enemigos de los pueblos no entienden de sacrificios ni de dignidad, por eso siguen sorprendidos de que Cuba no se haya derrumbado a pesar de sus agresiones.

Pero, «no conocen bien a nuestro pueblo», como sentenció el General de Ejército Raúl Castro Ruz; no conocen la reserva moral, la conciencia política y la fibra patriótica que distingue al cubano.

Seremos siempre consecuentes con el ejemplo de la Generación Histórica, de Fidel y Raúl, y de todos los mártires que nos acompañan desde la eternidad.  ¡Seguiremos adelante con optimismo, con confianza y con unidad, porque el Moncada nos enseñó a convertir los reveses en victorias!

Sigamos ese ejemplo en cada reto actual.  Con el esfuerzo de cada cubano digno y con la guía del Partido, venceremos las dificultades presentes y lograremos construir la sociedad que todos soñamos.

Ratifiquemos en esta conmemoración las palabras del Comandante en Jefe, en enero de 1959, cuando afirmó: «La Revolución no se debilita ante el ataque, sino que se crece, que se hace más fuerte, porque esta es la Revolución de un pueblo valiente y peleador».

Consecuente con esta idea, el 1ro de enero de 2024, el General de Ejército Raúl Castro Ruz expresaba: «Hoy puedo afirmar con satisfacción que la Revolución Cubana, tras 65 años de existencia, lejos de debilitarse, se fortalece, y como ya una vez dije (...), sin compromisos con nadie en absoluto, solo con el pueblo».

Compatriotas:

Aquí no hay cabida para el derrotismo.  Si algo nos enseña la historia de Cuba es que ¡cuando hay unidad, resistencia, coraje e ideas claras, no existe enemigo invencible!

Sepan los que se empeñan en destruir a nuestra Revolución que ¡Cuba no se rinde, Cuba no claudica, Cuba no se pone de rodillas frente a nadie!  ¡Nuestra dignidad nacional no es negociable y la defenderemos al precio que sea necesario!  (Aplausos.)

¡Gloria eterna a los héroes y mártires del 26 de Julio!  (Exclamaciones de: «¡Gloria!»)

¡Viva la Revolución!  (Exclamaciones de: «¡Viva!»)

¡Vivan por siempre Fidel y Raúl!  (Exclamaciones de: «¡Vivan!»)

¡Viva Cuba libre!  (Exclamaciones de: «¡Viva!»)

¡Patria o Muerte!

¡Venceremos!

(Ovación.)

(Versiones Taquigráficas - Presidencia de la República)

(Texto íntegro tomado del periódico Granma)